19 de marzo de 2011

El martes, mi tan deseado martes, el cual lo deseo hace un mes, desde aquella vez que me sacaron turno para el nutricionista.
La verdad al principio me parecia una pavada, porque primero yo no quiero hacer dieta y segundo porque si la hacia era por mi cuenta no porque alguien me decia como.
Al pasar el tiempo me convenci de que no estaria nada mal ir y ver como es, ya que la nutricionista es una autoridad y por eso tengo legitimidad sobre ella.
El martes llego, y al entrar y hacer todos los chequeos y demas me dijo que solo debia bajar 5 kilos, a lo que yo me puse triste, 15 kilos era y ES mi meta. Entonces me dijo mira baja los 5 kilos y despues vemos como sigue todo, eso me sono razonable y por lo tanto me fui contenta.
Cuando llegue a mi casa y me puse a leer el plan hipocalorico que me habia dado, entendi que una dieta no es dejar de comer lo que mas te gusta o tu comida favorita o lo que comes todos los dias, es comer sano, bien y un poco de todo, y como bien me dijo mi nutricionista vos aca mas que venir a bajar de peso venis a aprender a como comer. Fue algo que me gusto, nunca habia ido a una y por ser mi primera vez me puso bastante bien, obvio que tengo limites al fin y al cabo es una dieta, pero es diferente, yo siento como si no estuviera haciendo dieta, siento como que estaria descartando cosas que decaen mi autoestima y me hacen mal a mi cuerpo y a mi estetica. Porque por ahora es cuestion de estetica pero quien sabe en un par de años engordo 20 kilos y es cuestion de salud, y con la salud no se jode.
En fin, quizas algun dia termine siendo yo nutricionista, porque que mejor experto que el que lo vive en carne y hueso.