26 de agosto de 2010

Miles de pensamientos, cinco sentidos y sólo un corazón que nos domina

Hay sólo una parte de todo nuestro cuerpo que nos domina por completo, porque aunque seamos la persona más lógica del planeta, pensemos y razonemos... Las emociones siempre actúan por encima de la razón.
El corazón. Tan simple y complejo a la vez. El corazón puede manejarnos con totalidad absoluta.
Cuando el corazón llora, de alguna manera hace notar ése llanto y lo hace en lágrimas. Cuando el corazón duele, se nos hace un enorme vacío en el estómago. Cuando el corazón tiene miedo, podemos notar un gran nudo en nuestra garganta. El corazón también ansía, y cuando lo hace, sentimos estallar en cualquier instante. Los nervios del corazón nos hacen temblar y a veces, hasta nos erizan la piel. Cuando el corazón se lamenta, todo nuestro cuerpo también lo hace.
El corazón, qué cosa tan difícil de entender. El corazón ama con locura y se entrega con pasión, y ésa locura paga su debido precio. El amor es loco, por éso no sólo sentimos una felicidad inmensa si vivimos con la persona amada al lado nuestro, sino también sentimos una agonía imposible de evitar cuando la persona que amamos, no lo hace como nosotros. El amor es mutuo y a la vez tan solitario. Es una sensación hermosa si es mutuo, pero cuando amamos en soledad es un dolor que no podría deletrear, porque no hay palabra que lo explique. El amor duele, y también mata. Y lo que es aún peor, es que no podemos esquivarlo, ya que el corazón es el que ama y, ya lo sabemos todos, al corazón no lo manejamos, sino que él nos maneja a nosotros.