A las 3 de la madrugada, un 19 de febrero de 2006, se me fue el hombres mas comprensible, tierno, sensible, laburador, un hombre que daba su vida para que a sus hijos no les falte nada.
Ya se que no queres que llore, no puedo evitarlo.
Hoy se cumplen 6 años de que te fuiste anda a saber a donde.
No se que decirte, me siento muy triste hoy, muy mal.
¿Algún día voy a poder superar este dolor?
Aprendi a recordarte con una sonrisa, pero a veces estallo y no aguanto el dolor, no aguanto hacerme la idea de que no te veo mas, de que no te escucho mas y es horrible la sensación de olvidarme tu voz.
Esa cara de pícaro que ponías cuando teníamos algún capricho.
Dame un poco mas de fuezas hoy, no estoy bien, no estoy bien, no estoy bien.
Te necesito para ser completamente feliz.
Quedo un vació terrible en cada uno de los integrantes de esta familia.
Solo te pido un consejo mas, que por siempre deba recordar.
Solo te pido un enojo mas, para saber que camino tomar.
Y cuando mi hijo me pregunte por su abuelo le dire que esta en un lugar magico que esta en el cielo, y siempre lo va a cuidar.
Y mientras mi lagrimas de luto caen por mis mejillas, entiendo que no tendre lo que mas quiero, ese minuto mas, solo un minuto mas.
Eternamente en mi corazón, “una persona no muere cuando deja de respirar, sino cuando deja de ser recordada”.
Luis Alberto Mior, estoy orgullosa de ser tu hija.
