5 de agosto de 2010


No puedo dejar de recordarte (ni tampoco quiero hacerlo), y aunque les diga a todos que ya no me interesas tú ni lo que haces, tengo que confesar, aquí, entre tú y yo (como si estuvieras leyéndome...) que cada vez que te observo y veo que andas cercano a otras chicas no puedo evitar sentir ése miedo horrible de perderte para siempre y me pregunto: ¿Quién será mi relevo? ¿Quién te va a convencer? ¿Quién volverá de nuevo a reinar tu ser? ¿Quién trata de borrarme? ¿Quién va a cruzar el puente que mandé cerrar, y pondrá colores en tus sin sabores y te hará olvidar pronto mi pesar?
¡¿Quién, quién quién?!
Por sustituírme y por destruírme, sin contemplación, romperá pedazos todos nuestros lazos, y sin compasión... mi propio corazón.