20 de enero de 2010

A Ojos Cerrados ♥

¿Cuántas veces cierra uno los ojos para no ver y cuantas para ver mejor?


Me lo pregunto porque creo que pensar la diferencia entre una cosa y otra puede ayudarnos a elegir cual vida preferimos. No ver lo que nos disgusta, nos aflige, nos amedrenta o nos enfurece y, a cambio, simplemente tratar de no ver nada, es mucho menos útil que cerrar los ojos y llenarlos con nuestras más privadas, arbitrarias y liberadoras fantasías. En esta época de perdidas y pesares, cerrar los ojos para distinguir con exactitud no solo aquello que no queremos perder, sino todo eso que nos urge imaginar, es además de un consuelo, un deber de asombro al que no podemos negarnos.