El tiempo pasa, es inevitable, no podemos darle un STOP, solo disfrutar el momento. Hace unos años estaba en el colegio de mi hermano sentada en su pupitre con mi familia escribiéndole una carta porque él se egresaba, hace unos años fui a despedir a mi hermana porque se iba a Bariloche, hace unos años tome la comunión y luego me confirme, hace unos años cumplí 15 años, hace unos años era la nena de mamá –(lo sigo siendo, pero pronto me voy a tener que desprender)-, hace unos años me fui a Miramar con mis amigas, mis primeras vacaciones sola lejos de mi familia, hace unos años deje de ser nena. ¿Cuándo paso?, ¿Cuándo ocurrió?, no me siento lista para lo que me espera, yo todavía soy una nena, yo todavía quiero seguir preparándome para el último año, no estoy lista para vivirlo, para afrontar lo que viene después, sé que tengo que pensar en este año, pero me es inevitable pensar en las consecuencias, en lo que va a traer, en lo que se lleva este año, en el recuerdo que me va a quedar, en lo que me voy a convertir.
El tiempo pasa, y muy rápido, disfruta, viví, porque cuando te das cuenta, voló.
Yo no sé si es que lo estuvimos disfrutando demasiado que paso tan rápido, o es que no lo vivimos que se pasa así, como una estrella fugaz…