24 de mayo de 2010

Parece ser que te divierte ignorarme. No sé, quizás hayas decidido jugar a hacerme daño, a manterneme esperando a que algo me avise de que al fin decide responderme. Ni siquiera has sido capaz de decirme, no, no me interesa.
Entonces ¿porque después me saludas, me hablas, tratas de mantener una conversación? Pasamos meses sin hablarnos, y no es igual si creo que vuelvas, porque ya nada vale para ti. ¿Es que solo me puedes hablar cuando a ti te interesa? Deja de volverme loca de una vez (en los dos sentidos). Si me ignoras, ignorame siempre, no según te apetezca, porque no entiendo que criterio sigues para hablarme o no. No te pido que lo hagas, sino quieres hacerlo, pues no me hables, no vuelvas a hacerlo. Pero si lo hazlo (que me encantaría), hazlo siempre, no según te de.